¿Qué es el dolor?
El dolor es un término general que describe sensaciones incómodas en el cuerpo. Proviene de la activación del sistema nervioso. Todo el mundo conoce esta sensación desagradable. Sin embargo, la intensidad y la duración del dolor son diferentes para cada persona. En cualquier caso, el dolor es limitante y simplemente molesto. Cuando tienes dolor, quieres deshacerte de él rápidamente.
Al mismo tiempo, el dolor actúa como una señal de advertencia del cuerpo. El dolor dirige la propia conciencia hacia la parte del cuerpo que necesita atención porque existe un problema. El dolor agudo ayuda a detectar las molestias físicas a tiempo. Es un dolor con una causa clara (una enfermedad o lesión específica) y dura unos días o semanas. El dolor crónico, por otro lado, puede considerarse un estado patológico, puede tener su origen en estados psicológicos, no tiene un punto final reconocible y dura mucho tiempo.
¿Cómo surge el dolor muscular?
El dolor muscular te pone de los nervios, en todos los sentidos.
El dolor se desencadena por estímulos físicos, térmicos o químicos que superan el límite de tolerancia personal.
Se estimulan los propios receptores del dolor del cuerpo (nociceptores).
Los impulsos son procesados a través de la médula espinal y se transmiten al cerebro.
Cuantos más impulsos lleguen, más fuerte será la percepción del dolor.
Los impulsos de dolor no solo se transmiten desde la médula espinal al cerebro, sino que también se procesan en forma de reacciones reflejas:
Un número creciente de impulsos de dolor, por ejemplo, debido a una mala postura permanente y al dolor asociado, significa un aumento de la actividad refleja, lo que provoca un "calambre" del músculo esquelético.
Los músculos acalambrados reciben menos riego sanguíneo y contribuyen a mantener el estado doloroso.
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